Con residencia en Mallorca, es un pintor eminentemente mediterráneo.

Artista inquieto, abierto a todas las corrientes, ha sabido aprovechar los medios de expresión de las distintas culturas que ha vivido, para crear su propio lenguaje: Un mundo mágico de sensualidad y misterio que esconde dulzura y perversión.

Su pintura, muy comunicativa, está repleta de comentarios, críticas y anécdotas, porque cada vez que trasmite algo, no sólo se trata de un concepto o una idea, sino que se trata de una historia existencial llena de emociones e imágenes; algo así como un ensayo, novelado y finalmente escrito en verso.

Sus recursos plásticos son todos: desde el realismo hasta la abstracción, con elementos constructivistas, expresionistas o inspirados en las técnicas más primitivas de las culturas que ha ido adquiriendo, disfrutando o sufriendo en los distintos rincones del mundo por los que ha pasado.

La mujer es el motivo que más le interesa a Coronado en su pintura y, que aparece en todas las facetas posibles, mostrando un mundo interior desbordante de vida.

Pero si la mujer es el tema principal de sus obras, en cada detalle de sus cuadros esconde mucho más; no sólo todo lo que rodea el entorno directo de cada figura, sino un entorno universal que llega a abarcar todo el cosmos y su tiempo. En definitiva, lo que hace en cada obra es trasmitir la historia del Universo en torno a una mirada triste de la mujer.