Juan Alcón
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Galería
Valencia, 1937 – 2012
La visión idealista del mundo y de su entorno ha tenido cultivadores que le han dado plenitud y vigencia. El sentido idealista y, su corolario, el sentido poético, ha sido tratado por artistas que lo han prestigiado. Pocos, es verdad, pero los suficientes para que esta manera de ver e interpretar haya dejado huella en el panorama de la pintura de ahora en Mallorca.
Del más puro y bello concepto poético (idealista, en último término) pueden ser calificadas las obras de Alcón. Obras en las que a una técnica altamente depurada, hay que añadir una concepción estética insuperable. Alcón es el artista que juega con técnicas y con emociones. Y en cada uno de estos aspectos ha llegado a la sublimación. De este artista puede decirse que ha alcanzado el grado de plenitud que le permite hacer alardes estilísticos y técnicos que muy pocos artistas pueden permitirse. Partiendo de ahí ya es posible todo: su poesía, su maestría, su surrealismo, su hiperrealismo. Y, en último término, esa obra suya tan idealizada, tan distinta a las demás y tan valiosa.