Hace años que este pintor dejó su Mallorca natal para instalarse en Cataluña. Llevó consigo su sentido de la luz, adquirió allí el color. Ha sabido añadirle la vibración, la atmósfera. El resultado es una obra entregada a la captación valiente del paisaje, tierras de aquí y de allá; con paleta intensa, pero controlando el cromatismo, da Rosselló rienda suelta a su emoción creadora. Sabe expresarse a la perfección y gracias a ello puede trasmitirnos estas imágenes siempre bellas, pero también siempre pictóricas. Rosselló es pintor, domina la técnica, tiene recursos sobrados. Consecuencia de ello es una obra intensa, emocional y atrayente.